Cuando se trata de optimizar el SEO de la web, a través de la creación de contenidos, es imprescindible utilizar las keywords adecuadas. En este sentido, la cantidad de veces que esta keyword se repite es crucial y a esto se le conoce como densidad de palabras clave. Pero, ¿Qué es la densidad de palabras clave? ¿Por qué resulta crucial a la hora de escalar posiciones en Google? ¡Te lo contamos!
¿Qué es la densidad de palabras clave?
A estas alturas, estamos seguros de que sabes ya todo lo relativo a las keywords, que resultan fundamentales cuando se trata de mejorar el posicionamiento de la web en las SERP. Sin embargo, no basta con encontrar las palabras clave adecuadas, con cierto volumen de búsquedas y que atiendan a la intención de los usuarios. También hay que prestar atención a la densidad de estos términos de búsqueda. ¿Qué es la densidad de palabras clave?
En pocas palabras, la densidad de keywords hace referencia a la frecuencia o cantidad de veces que una palabra clave principal aparece en la web y que se relaciona, de forma proporcional, a la extensión de un texto (cantidad de palabras). La densidad de palabras clave se representa en términos porcentuales y para calcularla, se divide el número de veces que esta keyword aparece en una página (o publicación del blog), por el número total (extensión) de palabras. Después, el resultado se multiplica por 100. Básicamente, es la cantidad de veces que tu keyword aparece a lo largo de una publicación en el blog o en una landing page.
¿Es importante la densidad de palabras clave para el SEO?
Para optimizar el SEO de una web es fundamental cuidar todo al milímetro y seguir buenas prácticas, incluyendo la investigación de las palabras clave, que estás tengan un cierto volumen de búsquedas y que, además, cumplan con la intención de búsqueda de los usuarios. Esto, por supuesto, atendiendo al tráfico orgánico; es decir, las visitas que la web recibe cuando los usuarios introducen ciertos términos (keywords), en el buscador.
Es importante destacar que, hoy en día, la densidad de palabras clave no es un factor determinante para escalar posiciones en Google, pues el buscador atiende a otros tantos parámetros para clasificar, correctamente, una web. Sin embargo, nosotros queremos destacar que, introducir la keyword principal un cierto número de veces a lo largo de tu contenido, sí que resulta fundamental para que el SEO quede totalmente optimizado.
Eso sí, tampoco debe sobreoptimizarse el contenido. Y es que muchos expertos caen en el keyword stuffing, una práctica que consiste, básicamente, en insertar la palabra clave, muchas veces, a lo largo del texto. Esto se suele hacer, creyendo que es una excelente manera de dar visibilidad al contenido y a la web, pero nada más alejado de la realidad. El keyword stuffing tiene la particularidad de que los contenidos creados no destacan por su calidad, sino por la cantidad de veces que la palabra clave se repite, de manera que la redacción parece forzada. Debemos decirte que incurrir en el keyword stuffing es una práctica que incumple con las directrices establecidas por Google.
Densidad de palabras clave y keyword stuffing
Ya sabes qué es la densidad de palabras clave y el keyword stuffing, pero ¿Por qué el keyword stuffing es una práctica que incumple las directrices de Google? Primero que nada, queremos decirte que la densidad de palabras clave no es lo mismo que el relleno de keywords (keyword stuffing); se trata de dos prácticas totalmente diferentes, pero que están muy ligadas. Y es que repetir la palabra clave muchas más veces de las recomendadas, supone caer en el relleno de keywords y, como ya vimos, esto incumple con lo que Google establece.
El keyword stuffing es rellenar una página con una misma keyword, varias veces, con el objetivo de manipular la clasificación en las SERP. ¿El resultado? Que el contenido es de baja calidad y la redacción parece forzada. Por su parte, la densidad de palabras clave consiste en introducir la keyword principal un cierto número de veces, pero, por sí sola, no es un factor determinante para mejorar el SEO de tu web. Google tiene en cuenta muchos otros parámetros a la hora de rastrear, indexar y clasificar una web. Recuerda que el objetivo del buscador es comprender el contenido de una web para mostrarlo a los usuarios. Y, aunque sí que tiene en cuenta la densidad de la palabra clave, no es el único factor que considera.
Lo más importante para Google es que el contenido sea de calidad, pero, sobre todo, que esté redactado con mucha naturalidad. En este sentido, las keywords deben insertarse a lo largo del texto con total naturalidad, que no parezca forzado. Y te decimos más, el keyword stuffing se considera no solo una mala práctica, sino algo negativo para la experiencia de usuario (UX), un parámetro que Google considera a la hora de clasificar, correctamente, a una web.
El algoritmo de Google y la densidad de las palabras clave
Google se encuentra en constante evolución y, como expertos en marketing, es importantísimo estar siempre al día con las novedades de este motor de búsquedas. El algoritmo de Google tiene el objetivo de mejorar los resultados que muestra a los usuarios y, por supuesto, evitar que se incurran en malas prácticas como el keyword stuffing. De hecho, hace unos años, la densidad de palabras clave fue una de las modificaciones que Google hizo en una de las múltiples actualizaciones de su algoritmo.
Concretamente, tenemos que remontarnos al 2011. En este año Google llevó a cabo la actualización conocida como «Panda», cuyo objetivo era combatir a las webs con contenido duplicado o doble, que no era de valor para los usuarios. Si nos centramos en la densidad de palabras clave, Panda vino a enseñarnos que a Google le importa mucho más el contenido que aporta valor a los usuarios, que aquellos en los que la keyword se repite demasiadas veces. Es decir, el keyword stuffing comenzó a considerarse una práctica negativa.
¿Los resultados? Que la densidad de palabras clave dejó de ser un factor determinante a la hora de mejorar la clasificación de una página en los motores de búsqueda. Cosa que, además, sirvió para buscar primar la calidad del contenido, por encima de la cantidad de keywords utilizadas.
En 2013, la actualización «Colibrí» (Hummingbird), se centró en elegir las keywords de acuerdo a la intención de búsqueda de los usuarios y el contexto de estas búsquedas. Recordemos que la intención de búsqueda de las keywords se clasifican en: de navegación, informativa, comercial y transaccional y esto es lo que, a día de hoy, debes tener en cuenta a la hora de hacer el keyword research.
Por último, RankBrain, otra actualización de Google, cambió el funcionamiento de las búsquedas de los usuarios. De esta forma, las páginas que el buscador considera relevantes, se clasifican para una palabra clave, aunque, de hecho, la página no contenga la coincidencia exacta de la keyword utilizada.
¿Cómo introducir las keywords de forma natural?
Ya hemos visto que, a día de hoy, la densidad de palabras clave no resulta crucial a la hora de clasificarse en Google. Sin embargo, nosotros te recomendamos que no la pierdas de vista. ¿Por qué? Porque esta densidad, aunque no juega un papel muy relevante en la optimización del SEO, sí que forma parte de él. El SEO se compone de una serie de prácticas que, en su conjunto, ayudan a mejorar el posicionamiento de la web en los motores de búsqueda. En este sentido, de nada sirve tener un contenido de valor y calidad, con una keyword adecuada, si esta keyword aparece, por ejemplo, una única vez.
Debemos decirte que la densidad de palabras clave no solo supone repetir la keyword un cierto número de veces y de forma proporcional a la extensión del texto. Es fundamental saber cómo, dónde, cuándo y por qué se utiliza esta keyword, así como las palabras clave relacionadas. El objetivo es no rellenar tu texto o web con esta keyword objetivo, sino hacerlo de forma natural y que resulte útil para el lector. ¿Por qué? Porque esto no solo aporta valor, sino que también contribuye a clasificar.
¿Dónde colocar las keywords?
La palabra clave principal debe introducirse en el título, de preferencia, al principio. Además, cuando se trata de la redacción, no solo debes centrarte en la keyword, sino que es aconsejable buscar palabras clave relacionadas y/o longtail. Para que un texto sea considerado de calidad, además de aportar información valiosa, debe contar con una estructura muy bien jerarquizada, con H2 y H3 y, en cuanto a la densidad de las palabras clave, estas deben colocarse en algunos de estos encabezados.
Por supuesto, la palabra clave debe insertarte a lo largo del texto varias veces. Como ya adelantamos, la cantidad de veces que la keyword aparece depende de la extensión del artículo. En este sentido, la mejor alternativa es seguir las recomendaciones de Yoast SEO, un plugin para WordPress. Este plugin te indica si has repetido la palabra clave suficientes veces o si has sobreoptimizado el contenido. También te dice si debes poner o no la keyword principal en los encabezados más veces. La keyword principal debe introducirse en:
- La etiqueta de título. Se trata de lo primero que ven los usuarios y los motores de búsqueda.
- El slug o URL. La URL debe incluir la keyword principal, pues indica a los usuarios qué es lo que van a encontrar al abrir el enlace. Esto, además, aporte contexto a los motores de búsqueda.
- Etiquetas de encabezados H2, H3 y H4. Estructurar el contenido y colocar aquí la keyword es una forma de facilitar la lectura. Por otra parte, también ayuda a los motores de búsqueda a comprender el contenido.
- Metadescripción. Es un breve resumen de tu contenido. Cuando Google muestra tu página a los usuarios, estos ven el título, tu página (y URL), así como una breve descripción. La metadescripción no solo debe contener la keyword principal, sino también ser persuasiva. Su objetivo es invitar al usuario a hacer clic.
- Cuerpo del texto o página. Siempre debe aparecer de forma natural y no quedar forzado.
Búsquedas semánticas
Como ya adelantamos, Google tiene en cuenta la intención de búsqueda de los usuarios, así como el contexto. No pases por alto el hecho de que las personas utilizan distintas palabras clave para buscar la misma información, así que, lo más aconsejable, es evitar enfocar tu contenido a una única palabra clave. Recuerda, debes escoger una keyword principal, pero también centrarte en las longtail y/o relacionadas.
¿Qué hacer al respecto? Nosotros te aconsejamos no pasar por alto las búsquedas semánticas. ¿Qué es la búsqueda semántica? Se trata de una técnica que consiste en analizar la relación entre las entidades o cosas. ¿Y qué son las entidades? Google las cataloga como personas, lugares, cosas, conceptos… Y es que Google utiliza las búsquedas semánticas para poder entender la relación entre estas entidades y la intención de búsqueda de los usuarios.
Pero veamos un ejemplo. Una web de ropa, no solo debe centrarse en utilizar la keyword «ropa para mujer». Este es un término muy genérico y es importante aprovechar la oportunidad de introducir más términos de búsqueda: «Tipos de ropa para mujer», «ropa para mujer en verano», etcétera. Esto no solo ayuda a Google a comprender la intención de búsqueda, sino también te permite posicionar para otros términos de búsqueda.
Optimiza el contenido
Ya tienes la keyword principal, así como las palabras relacionadas y longtail. Pero, a la hora de crear el contenido, debes optimizarlo de forma correcta. Ya te hemos adelantado que Yoast SEO es, en ese sentido, un plugin que te permite saber si la densidad de palabras clave es la adecuada; pero te contamos más, el contenido puede optimizarse de distintas maneras. Es así como es importante centrarse en otras cuestiones:
- ¿Por qué busca tu público objetivo ese contenido/información en específico?
- ¿Qué es lo que tu público objetivo quiere aprender/conocer?
- ¿Cuál es el problema que los usuarios quieren resolver o responder con tu contenido?
- ¿Qué información puedes incluir que sirva de ayuda o como complemento?
Generar el contenido respondiendo a estas preguntas no solo te permite cumplir con la densidad de las palabras clave, sino que también te da la oportunidad de incluir otros términos relevantes.